
Vamos hacia una Gestalt del Siglo XXI que contenga el perfume vital de saberse joven
y antigua simultáneamente, hacia la realización de nuevos niveles de amistad con la
existencia, hacia la configuración de nuevas representaciones que nos permitan avanzar
juntos. Los terapeutas Gestálticos nos reconocemos como personas comunes que
estamos llevado adelante estos hechos extraordinarios y así seguimos en camino.
Bienvenidos todos.
Habitando en un mundo fragmentado, cada Gestalt lograda es el resultado de una
entrega hecha con hondura y satisfacción liberadora. De esta manera, totalidades cada
vez más abarcativas se reconocen a sí mismas en una a cada de las partículas que la
forman. Mi visión es que esto es posible debido a la inclusión de tres mundos: el
objetivo, el subjetivo y el metafórico. El resultado de este dinamismo es la base del sello
del estilo de cada terapeuta. He aquí el romance de formas.
Por lo tanto, entrar en una visión Gestáltica del siglo XXI, implica el desafío de
atravesar con gratitud múltiples despedidas, simultáneamente darle la bienvenida a lo
que surge con valentía y encontrar en intimidad una unidad implícita. Morir renaciendo
es una de las enseñanzas del arte gestáltico.
Los terapeutas gestálticos ya dimos un gran paso. Hemos diferenciado intelectualidad de
inteligencia comprendiendo que la puerta de entrada a nuestro ser está hecha de la
capacidad de ver sin prejuicios y escuchar sin interferencias.
Experimentando en la sabiduría de nuestros Maestros nos hemos puesto en armonía con
diferentes linajes y comprendiendo la liberación de introyectos dominantes, como una
tarea profunda y constante, vivenciamos la sutileza del alivio como una práctica.
Los terapeutas gestálticos hemos reconocido la belleza y el impulso de aquellos anhelos
pulidos en ese lugar del alma que llamamos simbólicamente “el corazón”. También
sabemos que, si el poder de las técnicas se nos presenta como engranajes instalados en
una especie de presente absoluto, inevitablemente dejaremos fuera el lugar de la verdad
que, aunque inconclusa e incompleta, siempre nos acompaña con su promesa de
realización, incluyéndose con amabilidad y ternura en nuestro camino.
Todo esto unido ha dado por resultado el despliegue en nuestras vidas de un abanico de
sentimientos anunciados en todos los tiempos y de mil formas por investigadores de la
conciencia, poetas y místicos, y ahora reconocidos por muchos de los nuestros.
Es así que contamos con individualidades ricas en inspiraciones y sin apegos excesivos
al normal y limitado deseo de solo perdurar.
Todo esto instaura la posibilidad del advenimiento de una nueva época en el camino de
hacer de nuestro Enfoque lo que desde el principio mismo de su origen nunca dejó de
ser: re-evolucionario.
Es así que, moviéndose como una cinta de moebius, es bueno recordar que nuestra
aproximación terapéutica es muy joven y muy antigua a la vez, podemos apreciarlo
según se oriente nuestra mirada que, conectando con nuestra capacidad de ver como un
pájaro en vuelo, puede reconocer misterios y maravillas. De este modo observamos
juventud en su vitalidad y antigüedad en la capacidad de incluir, incorporar y nutrirse de
diferentes Maestros, Linajes y enseñanzas que potencian sus fundamentos.
Aunque quizás nuestros Maestros en apariencia sean distintos, nosotros no, podemos
reunirnos y dentro de un campo energético experimental absorber en un alma
compartida sus enseñanzas trascendiendo esas apariencias.
La invitación a participar en el Taller que realizaré en nuestro Congreso es crear juntos
una experiencia vivencial que asumiendo todo lo anteriormente expresado nos impulse a
configurar nuevas representaciones para avanzar.
La idea será entonces compartir en un Taller los pasos que vamos dando para entrar a
una Gestalt del Siglo XXI, que incluya e integre con inspiración los tres mundos que
deberán estar presentes: la comuna, las enseñanzas y la práctica.
Los terapeutas que acordamos con estas nociones sabemos que somos personas
comunes que estamos llevando adelante un hecho extraordinario: co-crear nuevos
niveles de amistad con la existencia. Todos los aquí re-unidos somos conscientes de que
esta es la tarea.
Aquí estamos, aquí seguimos
Graciela Cohen